Llegar a la oficina y ver una pared blanca frente a ti puede ser el peor creative killer que conozco. La creatividad se encuentra en el juego, en la diversión y las distracciones. Tristemente en muchos lugares de trabajo impera la gráfica corporativa que tiende a la sobriedad y neutralidad de colores. Entonces, ¿cómo se puede se puede jugar y ser creativo en un espacio de trabajo de estilo sobrio? ¡Llevando un Art Toy!
Inicialmente mi plan para hacer de mi espacio de trabajo más creativo, era llevar un adorno que se viera cool, pero en todos lados veía los mismos adornos “creativos” de siempre: escultura de perrito hecho de globo, taza con forma extraña, florero de forma abstracta.
Necesitaba algo más original, algo único. Mi sueño era tener un Lladró, pero una pieza puede costar miles de dólares. El requerimimento se volvía más complicado: Tiene que ser único, de colección y económico…¡Ahora sí pusiste la tarea dura Jose!
Cuando estás en cool hunting tienes que ir con mucha paciencia, abrir muy bien los ojos y meter la mano hasta el fondo de esos anaqueles oscuros, donde otras manos suelen a veces esconder las “joyas” que no pueden comprar en el momento.
Justo esa fue mi suerte mientras buscaba la pieza perfecta para mi escritorio. Después de babearme con las hermosuras de Lladró que trae Snob Shop en Multiplaza, seguí mi camino y llegué a este lugarcito llamado Sugar Things, que antes tenía una tienda hermana que se llamaba Gifty Things, donde todavía venden algunos objetos de colección y otras rarezas para los más difíciles de complacer (a.k.a. artistas y diseñadores). Justo a la entrada, vi esta figura de oso y tenía la sensación de que la había visto antes.
Los Bearbricks son Art Toys o figuras de resina completamente blancas, listas para ser intervenidas con pintura a gusto del comprador o ya pintadas con una temática en particular. Como piezas de colección, se volvieron muy famosos cuando se lanzaron colaboraciones con reconocidos artistas como Andy Warhol, Jean Michel Basquiat, KAWS, entre otros. Estas piezas pueden alcanzar precios de hasta $5,ooo.oo dólares.
Regresando a Sugar Things, empecé a mirar con más detenimiento las figuras en exhibición y ahí, en la última repisa, escondido en el fondo, estaba el Bearbrick de resina, algo sucio pero en buen estado, esperando por mí. Sin pensarlo mucho, lo compré y lo llevé a casa.






Lo primero que hice fue buscar algo de inspiración de otros Bearbricks pintados por artistas y wow, no tenía idea de que fueran tan populares. Encontré cientos de piezas intervenidas de todas las formas imaginables y guardé aquellas que se parecían más a lo que buscaba.
Después de ver fotografías, supe que el juguete que tenía no era original (los brazos no se movían) pero eso no me hizo menospreciar la pieza porque el resultado fue mejor de lo que esperaba.
La técnica a utilizar era acrílico con pincel, pero antes de meter pinceladas a lo loco, necesitaba un diseño claro para no convertir mi Bearbrick en un Frankenbrick. Me fui entonces al iPad y tiré una silueta del juguete para rayar sobre él. (2a. foto).
Para esta pieza me fui por las rayas y un duo tono contrastante, que le diera un toque sofisticado pero divertido. Mi personaje lleva una camiseta de rayas, pantalones cortos, zapatillas adidas y una mochila Hermes.
Pintar sobre esta resina fue difícil ya que requiere varias pasadas. A mí me gusta usar pinturas de la marca Amsterdam que se venden en una cantidad infinita de colores y tienen propiedades resistentes a la humedad y el moho. ¿Lo más difícil? Lograr que las rayas salieran lo más uniforme posible.
El rostro es un agujero que mira hacia el espacio y es alusivo a una ilustración de un proyecto pasado llamado El Club de los Niños Raros donde retrataba rostros de niños con características peculiares basadas en personalidades y estados de ánimo.
El último paso era barnizarlo para lograr ese acabado brillante que simulara cerámica. Este efecto lo conseguí utilizando barniz en spray de la marca KRYLON en su presentación Varnish Glow (5a. Foto).
Con dos capas fue más que suficiente, eso sí, el secado es lento y recomiendo que lo pongas en un lugar donde circule mucho aire.
El plato base es de madera, lo conseguí en Farmacias Arrocha y le da un toque cálido y elegante a nuestro Art Toy.
La pieza se titula El niño con imaginación infinita.
